- Entisoles (del latín ent.: juventud), o también denominados “suelos castaños”. Son suelos de formación incipiente, con materiales que fueron acumulados por el agua, el viento o la fuerza de gravedad. Estos suelos débilmente desarrollados, están localizados en muchas áreas de nuestro país, aunque siempre lo hacen a lo largo de valles fluviales. Además, aunque el accionar del hombre consiga mejorarlos, estos poseen baja fertilidad, por lo que son poco favorables para los cultivos.
- Vertisoles (del latín verto: verter), son suelos pesados, arcillosos y difíciles de trabajar, ya que al humedecerse se expanden y al secarse se agrietan. A pesar de que suelen tener buen contenido de nutrientes, se restringe su uso para la actividad agrícola. Pero si pueden constituirse en buenas áreas pastoriles. Estos se localizan preferentemente en Corrientes y Entre Ríos.
- Inceptisoles (del latín Inseptum: comienzo), son suelos pardos, asociados a Climas húmedos. Además son incipientes, poco evolucionados y con una cierta acumulación de materia orgánica y nutrientes que lo hace aptos para el cultivo. Estos naturalmente están cubiertos por bosques, y se localizan en los valles de Salta, Jujuy, la cuenca Tucumana y los valles de la Patagonia andina.
- Aridisoles (árido), son suelos de regiones áridas de muy bajo contenido en materia orgánica y escasa fertilidad. Por esta ausencia de nutrientes es que presenta colores muy claros y sus materiales son muy fácilmente erosionables. Estos suelos están cubiertos por pastos duros, por lo que se los utiliza para el pastoreo de ganado poco numeroso y resistente a estas condiciones. Generalmente se localizan desde la Puna hasta el sur de Santa Cruz.
- Molisoles (del latín molis: blando), o también denominados “suelos negros”. Estos son suelos sueltos y oscuros, ya que poseen una alta proporción de materia orgánica y con buen drenaje. Son los de mayor fertilidad y de mayor valor económico del país. Aquí se incluyen la mayor parte de los suelos llamados Chernozem, brunizem, de pradera, castaños y pardos. Estos se encuentran en las grandes superficies de la llanura Chaco-pampeana.
- Alfisoles, o también llamados “suelos grises”. Son suelos arcillosos de baja permeabilidad, generalmente húmedos, y su contenido de materia orgánica es de bajo a mediano, por lo que no son aptos para la agricultura. Estos se encuentran preferentemente en la región Chaqueña.
- Oxisoles (de óxido). Son suelos rojos de clima subtropical húmedo. En un primer momento fueron llamados lateríticos, por su color a causa de la oxidación de rocas de alto contenido de hierro. Estos son poco fértiles, debido a su porosidad y por ser lavados por las abundantes precipitaciones. Se encuentran preferentemente en Misiones y en el noreste de Corrientes.
- Spodosoles. Son suelos ácidos, con escasa proporción de nutrientes lo que los hace poco aptos para la agricultura. Estos son propios de las áreas boscosas de Tierra del Fuego.
- Histosoles (del griego histos: tejido). O también conocidos como “turbas”. Son suelos muy ricos en materia orgánica y poco descompuestos, por lo general son característicos de turberas, mallines y algunas terrazas fluviales. Por lo general son muy pantanosos, y de poco valor agrícola. Estos se localizan en Tierra del Fuego y en los mallines de la patagonia andina.
- Litosoles, por lo general estos hacen referencia a las acumulaciones arenosas formadas por el viento. No posee materia orgánica y su productividad es escasa y son fácilmente erosionables. A estos suelos lo podemos encontrar en la amplia región árida del nuestro país.
Distribución de los suelos en Argentina
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