Los factores abióticos son los distintos componentes que determinan el espacio físico en el cual habitan los seres vivos. Entre los más importantes podemos encontrar: el agua, la temperatura, la luz, el PH, el suelo, la humedad, el oxígeno y los nutrientes.
El suelo es la capa superficial de la corteza terrestre en la que viven numerosos organismos y crece la vegetación. Los microorganismos o pequeños organismos son de dos tipos:
los que despedazan la materia orgánica (insectos y lombrices) y los que la
descomponen liberando los nutrientes (hongos, bacterias). Viven dentro del
suelo y, además de intervenir para que la materia orgánica sea nuevamente
utilizada por las plantas, ayudan a pulverizar las rocas. Lombrices e insectos
forman poros que permiten la aireación, el almacenaje del agua y el crecimiento
de las raíces.Además, el suelo no solo es importante en lo que respecta a la producción si no que también tiene que ver con la posibilidad de establecer viviendas o construcciones.